Mitos sobre la alimentación de la madre lactante
- IBCLC Graciela Hess
- 15 ago 2018
- 5 Min. de lectura
La alimentación es una práctica que va de la mano de la cultura de la que estemos hablando, por lo tanto, los mitos que hay sobre la alimentación al seno también variarán dependiendo del lugar en donde nos encontremos.
¿Es necesario tomar atoles, cervezas o algún alimento en especial?
Afortunadamente, la producción no depende de que se consuma algún alimento en especial, sino simplemente depende del vaciamiento de la glándula mamaria.
Este mito lo escucharemos en casi todo el mundo, pero variará el alimento que debe comer la mamá, en México en general la sugerencia es que consuma atoles, cerveza, pulque, amaranto; en Chiapas se habla de que la madre coma una sopa de jaiba y algas, en China se debe comer grasa de cerdo, larvas de mosca azul y un vino frutal y así… la lista de alimentos variará dependiendo del lugar en donde se encuentre la mamá.
¿Es necesario que comas para dos?
Esto no debe ser así, bastará con un incremento de entre 300 y 500 kcal, ya que su cuerpo se hace más eficiente en asimilar los alimentos, el problema es que por lo general la madre que amamanta siente mucha hambre. Si lo pensamos 300 kcal, son apenas un vaso de leche y un sándwich, así que debe mantener equilibrada su alimentación para no subir de peso y, por el contrario, permitir que se movilice la grasa que su cuerpo almacenó para producir leche.
¿Es necesario tomar mucha agua para producir leche?
Aproximadamente el 80% de la leche materna es agua, por lo tanto, si es indispensable que la mujer se mantenga bien hidratada, en general, esto se conseguirá con 2 litros de agua por día. Lo que se ha visto es que, si se la mujer no consume agua suficiente, puede estreñirse, ya que el cuerpo obtendrá los líquidos de donde sea.
Cuando una mujer consume exceso de agua, por ejemplo 4 litros de agua sin que su cuerpo se lo pida, puede padecer hipernatremia (bajos niveles de sodio en sangre) y la producción de leche puede disminuir.
Así hazle caso a tu cuerpo, si tienes sed, bebe agua, si ya tomaste dos litros y no apeteces más, con eso será suficiente.
Si comemos alimentos con sabores fuertes, el sabor de la leche se modifica y puede hacer que el bebé rechace la leche.
Se hizo un estudio con bebés lactados en forma exclusiva al pecho, se les pidió a sus madres ingerir una pastilla que podía contener ajo o ser solamente un placebo (sin ajo) y al día siguiente se invirtieron los papeles, aquellas mujeres que consumieron solo placebo recibieron ahora una cápsula de ajo. Cada bebé se alimentó a libre demanda y se pesaba inmediatamente antes y después de cada tetada para determinar la cantidad de leche ingerida, además se videogrababa para determinar los patrones de succión al pecho.
También se tomaron muestras de la leche de cada mujer en ciertos intervalos de tiempo, antes y después de que ingiriera las cápsulas. Estas muestras fueron analizadas por un panel de adultos catadores, ellos no sabían el tipo de cápsulas que la madre había ingerido. Ellos reportaron un incremento significativo y consistente en el olor de la leche; el cual llegaba al máximo en un lapso de 2 horas después de haber consumido el ajo y se iba decrementando después de esto.
Y el resultado con respecto a los bebés fue que los bebés detectaron este cambio sensorial en la leche de su madre ya que amamantaron, en promedio 50% más tiempo y succionaron más cuando la leche tenía un olor más intenso que cuando este sabor estaba ausente. Es decir, que comieron más leche si la madre había consumido ajo, a diferencia de lo que pudiera pensarse.
Sin embargo, si la madre comía constantemente el ajo, el bebé regresaba a sus patrones anteriores de succión, lo que nos indica que el bebé se “acostumbra” al sabor. Posteriormente, se hizo el mismo experimento con la vainilla y los bebés volvieron a incrementar el tiempo de succión.
Además del ajo, se ha encontrado que el olor de la leche es alterado también por otros sabores como la vainilla, menta, queso. También el sabor de la leche humana puede ser alterado por la transmisión de substancias volátiles del ambiente
También, en recientes estudios se ha visto que, si una mujer come con frecuencia alguna fruta, el bebé tendrá una mejor aceptación para ese sabor cuando sea expuesto a él.
De aquí, podemos afirmar que el sabor de la leche varía de sabor y provee el potencial para una fuente rica de diversas experiencias químico-sensoriales al bebé que lo prepararán para el proceso de ablactación
Como hemos visto, el sabor de la leche variará con la dieta de la madre, pero también se puede ver modificado por la ingesta de medicamentos y complementos alimenticios.
Por lo tanto, la respuesta a un particular sabor en la leche de la madre puede depender de la frecuencia y duración de las exposiciones a dicho sabor así que la madre deberá llevar a cabo una dieta variada y balanceada, sin predisponerse de acuerdo ideas preconcebidas de los sabores “buenos “y “malos”.
Es importante recalcar que en estos momentos siempre será importante no exagerar en el consumo de algún alimento específico, ya que se han tenido casos en los que el bebé rechaza la leche materna por un consumo excesivo de cítrico o algún otro alimento.
¿Debes llevar una dieta muy estricta para poder amamantar?
La mayoría de las mujeres deben comer casi de todos los alimentos, para poder llevar una dieta completa, variada y suficiente. Solamente se sugiere disminuir los irritantes, picantes, lácteos y estimulantes como café, chocolate, refrescos de cola y vino.
Los únicos casos en que se debe modificar la alimentación drásticamente es cuando el bebé presente alguna alergia o cólico.
Incluso la mayoría de las madres pueden comer calabazas, brócoli, frijoles, col, sin que esto genere cólicos en su bebé.
No debes comer alimentos fríos.
Este mito ni siquiera es claro, no sabemos si se refiere a la temperatura del alimento o hace referencia a la clasificación de los alimentos que se hace en la tradición china en que clasifican en alimentos neutros, fríos y calientes. Aun si se refiriera a esto último, lo que nos dice esta tradición es que se deben consumir todos los tipos de alimentos ya que cada uno brinda diferentes beneficios como se describe a continuación:
Alimentos neutros: estabilizan, armonizan, centran
Alimentos calientes y templados: tonifican, calientan, ascienden, mueven.
Alimentos fríos: sedan, astringen, hidratan
¿Debes consumir leche para producir leche?
¿Acaso las vacas toman leche para producir leche? En realidad, somos los únicos mamíferos que tomamos leche de otro mamífero después de destetados, así que es suficiente que la madre lleve una dieta equilibrada.
Podemos concluir que, la cantidad de leche que se produce no se modifica tanto por la dieta y la ingesta de agua, como por el estrés constante y la frecuencia con que se extrae la leche.
Aquí unas sugerencias sencillas para alimentarte bien mientras amamantas:
Hacer 3 comidas fuertes y tomar dos colaciones
Consumir al menos 4 porciones de proteína al día
Comer 5 porciones de vegetales y frutas
Consumir 4 porciones de carbohidratos, de preferencia de granos enteros
Consumir grasas buenas como aguacate, aceite de oliva, pescados grasos y frutos secos.
Las mujeres vegetarianas necesitan tomar algún complemento de vitamina B12.
No consumir más de una copa en 24 horas ya que altas cantidades de alcohol pueden disminuir el reflejo de eyección. Dosis de más de 2g/kg pueden bloquear por completo la salida de leche.
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